Quinze dies fa que ens va
deixar la Josefina. Sense el seu ajut, la seva comprensió i
complicitat el seu company de vida, el Felipe Alcántara, no hauria
fet ni la meitat del que va fer per les classes treballadores; va ser
una col-laboradora necessària per a delinquir amb gust i ganes
contra el franquisme. Em costa mostrar sentiments però supleixo
aquesta carencia fent servir les emocionades paraules que la seva
filla Irene li va dedicar a l'acte de comiat. Llegiu-les si us plau.
“Queridos
compañeros y compañeras, amigos y amigas quisiera hablaros de
Josefina mi madre. La mujer anónima de un hombre público
comprometido y respetado por los ciudadanos de Sant Feliu. No era una
mujer de partido pero tenía claros los valores de la solidaridad, la
responsabilidad, la libertad y el respeto a las personas fueran de la
condición que fueran. Ella siempre estaba ahí, discreta, sin
hacerse notar, pero siempre dispuesta a colaborar.
En
los tiempos dificiles de la dictadura: Disimulando ante los vecinos
del edificio del que era portera cuando en casa se realizaban
reuniones del movimiento obrero. Escondiendo propaganda clandestina
en el cuarto de máquinas del ascensor. Sufriendo en silencio cuando
sabía que mi padre y yo estábamos en alguna manifestación ilegal.
Con
la llegada de la democrácia, ¿quien no recuerda la tortilla de
patatas y las croquetas de la Josefina que se vendian y comian en el
stand de “La festa de Treball”?. Como las telas que nos
repartimos entre las compañeras de partido para confeccionar
delantales para el stand, y cosió ella los que me tocaban a mí y
los suyos propios.
Quisiera
hablaros ahora de como empezó ésta preciosa história de amor de
mis padres. Se conocieron en Fraga (Huesca), en la sala de fiesta
Florida, donde los jóvenes de los años 50 iban a bailar. La primera
vez que mi padre sacó a bailar a mi madre, le dió calabazas, pero
mi padre insistió una segunda vez a la que ella no se negó, pero
con la condición de que “no la tirara por los aires ni cosas
raras” que él acostumbraba a hacer porque le gustaba mucho bailar;
situaros en los tiempos del SWING. Al poco tiempo la familia de mi
madre, por motivos laborales se trasladaron de nuevo a vivir a
Tetuan, y ni la distancia pudo diluir aquello que los dos sintieron.
Papá, ante cierta oposición de la madre de Josefina(mi abuela) a
que se casaran, fue a buscarla a Tetuan y de todo aquello surge la
idea de colocar en el recordatorio un fragmento de una canción que
siempre les traía recuerdos preciosos de esa época: “Muñequita
linda”.
Luego,
cuando mis padres regresaron de Tetuan a Fraga se casaron y vinieron
las niñas, mi hermana y yo. Siempre recuerdo a mi madre trabajando,
sabía hacer de todo, la ropa que vestíamos nos la hacía ella, ella
no era modista, pero se las apañaba, tanto que se atrevió a
hacernos el vestido de la comunión, los abrigos, atendía la casa,
la pintaba incluso y cuando venía papá de la mina le daba la
sorpresa, atendía a las gallinas y conejos y para las Navidades ella
hacía las casitas del belén, son recuerdos preciosos entrañables
que los llevaré siempre en mi corazón de igual modo que con el
cariño que nos educó a mi hermana y a mí, transmitiéndonos los
valores que os he dicho al principio de solidaridad, responsabilidad,
libertad y respeto.”
Podría
seguir durante horas, pero aquí lo dejo amigos míos dandoos las
gracias en nombre de la família por vuestro cariño hacía la
Josefina.".
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